La vida queda interrumpida por fragmentos donde el amor, soledad y desepcion se transforman en vientos en el que el dolor nada en una pileta interminable sin aliento y nosotros nos perdemos en el tiempo, esos fragmentos que recordamos cada vez con mas nostalgia en esas tardes de tormenta donde la tristeza de aquellos tiempos vuelve a nosotros en forma de dolor en el que el pecho se ahoga como si el peor de los espiritus oprimiera sobre nosotros con todas sus fuerzas sin dejarnos respirar.
domingo, 5 de julio de 2009
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